¡Ha muerto la calandria de la pampa!
Su guitarra cantora se ha callado,
Y la milonga criolla se ha quedado
Guacha de voz, y de su gaucha estampa.
Ya la tierra a su cuerda no levanta,
Imágenes camperas que han pasado
Y su argentinidad nos ha dejado
La nota al aire y su garganta blanca.
¡Suma!, tu nombre, dejará en el valle
El suave acento de provincianía
En la sentencia del saber pampeano
Aunque la muerte tu palabra calle
Tu recuerdo creará esa armonía
Y algún estilo “embrujará” tu mano.
08/04/09
Autor: Rubén Alberto Ibero
Autor: Rubén Alberto Ibero
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