Silba el viento,
Se cuela entre los árboles,
Golpea…
Solo, en la tarde parece estar
contento.
Él, la adivina en la lluvia fría,
En los charcos del campo,
La mira…
¡Y se iluminan los ojos de alegría!
¿Cuánto hace que se fue?
No lo recuerda,
Suspira…
¿Desde el momento que no me animé?
La tarde, que era mía y que llovía,
¡Yo no le dije cuanto la quería!,
Muere…
¡Si, fue esa tarde, en que yo callé!
Autor: Rubén Alberto Ibero
Autor: Rubén Alberto Ibero
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