En
las aguas australes, se adormecen,
Con
las caricias mojadas de las olas,
Pensando
en otros tiempos,…pero solas,
Y en
la distancia el desamor padecen.
Mis
dos hermanas exiliadas crecen,
Bajo
pirata, y tirano pabellón,
Mas
sobre de ellas, el cielo es el pendón,
Del
pecho maternal que se guarecen.
¡Ha
de llegar el día en que regresen!
A
suelo americano, y les recen…
Un
rosario con cuentas renegridas.
Porque
en millones de corazones dejen,
El
recuerdo que en sal, lágrimas fuesen…
¡Por
el soldado que entregó la vida!
20/06/07
Autor: Rubén Alberto Ibero
Autor: Rubén Alberto Ibero
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